Los niños son muy propensos a sufrir accidentes en los hogares; entre ellos, las quemaduras. Estas necesitarán atención sanitaria cuando sean de una extensión igual o superior al 5 % del cuerpo del pequeño. Hay que acudir cuando la quemadura alcance la segunda capa de la piel (segundo grado) o más.
También habrá que acudir a urgencias cuando las quemaduras sean en la cara, manos, pies y articulaciones y cuando hayan sido causadas por emisión de gases inflamables o por electricidad.
Los enfermeros llevan a cabo diversas tareas para subsanar estos problemas, pero sería necesario conocer un protocolo de actuación ante un accidente casero por quemaduras:
- 1º Retirar o alejarse de la fuente que ha producido la quemadura.
- 2º Retirar complementos o ropas que no estén pegados a la piel quemada, que pudieran estorbar.
- 3º Enfriar la lesión con agua o suero a temperatura ambiente (no muy fría).
- 4º Si la piel está intacta, administrar crema hidratante a voluntad o crema específica para quemaduras.
En caso de dudas acudir a un centro médico, pues los sanitarios establecerán unos protocolos adecuados para corregir el daño causado en los pacientes menores, restableciendo de nuevo su salud.
La entrada está explicada muy bien y es muy útil para el día a día. ☺️
ResponderEliminarMuy importante conocer estos datos para evitar agravar las quemaduras!
ResponderEliminarMuy bien explicado, con una información muy útil!
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